EL ESTRÉS
EN EL ENFRENTAMIENTO ARMADO Y EL COMBATE
(Recopilado
de varias publicaciones)

(Mi libro publicado, interesados contactar en mi correo: apqapq1967@gmail.com)


(Mi libro publicado, interesados contactar en mi correo: apqapq1967@gmail.com)
LOS
MIEMBROS DE LOS CUERPO Y FUERZAS DE SEGURIDAD, TANTO DE ÁMBITO LOCAL,
AUTONÓMICO O NACIONAL, DEBE VELAR Y PROTEGER LA VIDA E INTEGRIDAD DE LAS
PERSONAS Y SALVAGUARDAR SUS DERECHOS Y LIBERTADES. POR LO QUE DICHOS AGENTES
ANTES DE REALIZAR ESTOS COMETIDOS, NO TIENEN, SINO DEBEN PROTEGERSE A SI MISMO
A TRAVÉS DE UNA PREPARACIÓN TANTO FÍSICA COMO TÉCNICA QUE LE PERMITA AFRONTAR
DICHAS SITUACIONES CON SEGURIDAD Y CONFIANZA, MEDIANTE UN ENTRENAMIENTO Y ACTUALIZACIÓN
PERMANENTE.
Desde el
más antiguo periodo histórico que se quiera analizar surgen relatos de combate,
de luchas y violencia. Sin pretender considerar al ser humano únicamente como
un ente violento y agresivo, si es cierto que en todas las épocas se han
esgrimido ingenios y métodos para detener de forma efectiva y rápida el ataque
de esos individuos claramente insociales. Ingenios y métodos que han evolucionado
a la par que la tecnología. Sólo un factor ha permanecido inmutable a lo largo
de los siglos, la capacidad de ser humano para hacer frente a la agresión.
Hoy por
hoy el término estrés está tan popularizado que todo el mundo lo utiliza
aplicado a diferentes situaciones como sinónimo de ansiedad, agobio, angustia,
tensión, etc.
Las
características básicas de una situación se estrés son:
-
Exigencia excepcional del organismo.
- Falta
de información sobre la situación.
-
Activación fisiológica importante.
Las
circunstancias que generalmente desencadenan estrés reúnen todos o algunos de
los siguientes componentes:
-
Incertidumbre sobre la forma en que puede evolucionar la situación.
- Cambio
repentino de las circunstancias.
-
Sobrecarga de los canales de procesamiento de información., incapaces de
integrar y manejar toda la información que reciben.
- Falta
de recursos (habilidades, conocimientos, vigor físico, etc.) para hacer frente
a la situación y manejarla.
Hay dos
clases de estrés:
a.- El
estrés positivo o eutrés, que proporciona el aporte energético y fisiológico
óptimo para responder a la amenaza.
b.- El
estrés negativo o distrés, surge cuando estos aportes superan la capacidad
orgánica y psicológica del individuo para contrarrestar la acción estresante.
ENTRENAMIENTO CON ESTRÉS:
El
entrenamiento táctico busca afrontar situaciones reales de crisis, por lo cual
no debe ceñirse únicamente a las técnicas y y métodos de trabajo basados en el
esfuerzo físico. El aprendizaje de técnicas de trabajo psicológico dotarán de
recursos para afrontar reacciones de miedo, estrés y pánico.
Se
distinguen tres fases claramente diferenciadas:
1.- Fase
de Alarma.
2.- Fase
de Resistencia.
3.- Fase
de Agotamiento.
La fase
de Alarma se subdivide a su vez en dos subfases: Shock y Contrashock.
Durante
la subfase de "Shock" surgen cambios en el estado de conciencia del
individuo, sentimientos de confusión, incertidumbre e incapacidad para tomar
decisiones, como pautas generales. No faltan también parálisis y cambios en la
expresión facial. Por último, internamente ocurren cambios fisiológicos
nerviosos y hormonales, aumenta el ritmo cardiaco y se produce distensión
muscular.
En la
subfase de "Contrashock" el organismo de un individuo sano, tras la
primera sensación destinada a provocar un estado de máxima alerta ante la
situación sorpresiva, experimenta una urgente activación fisiológica que
facilita recursos excepcionales en las mejore condiciones, reaccionando por
tanto en sentido opuesto; el pulso se acelera, el corazón bombea a ritmo
frenético, aumenta la frecuencia respiratoria, todo ello encaminado a enviar
más oxígeno a los órganos y prepararse para una posible entrada en acción.
La fase
de Resistencia aparece acto seguido, si la alarma continua el organismo no
puede mantener indefinidamente el ritmo descrito. En esta fase el organismo
trabaja con recursos superiores a los habituales pero con intensidad menor a la
Fase de Alarma.
La fase
de Agotamiento se alcanza por último, los recursos del organismo se han
perdido de forma progresiva, incluso repentina y llegando a ser inferiores a
los valores normales. El agotamiento puede afectar a todo el organismo o a un
sistema u órgano específico, pero no es irrecuperable salvo en casos extremos.
El
entrenamiento debe de diseñar ejercicios que reproduzcan de la forma más fiel
posible situaciones reales de riesgo, o simplemente de estrés, obligando a
trabajar bajo presiones psicológicas.
La
preparación psicológica es clave para reducir el "distrés", y
controlar el ritmo cardiaco es su piedra angular. Un ligero aumento del ritmo
favorece la capacidad de respuesta, pero un aumento excesivo la deterioras
rápidamente.
A partir
de las 150 pulsaciones las capacidades cognitivas comienzan a deteriorarse,
mientras la hipervigilancia hace acto de presencia a partir de las 160
pulsaciones en individuos normales, y 200 en sujetos experimentados y
entrenados. El ritmo óptimo de trabajo se puede situar entre 110 y 140 pulsaciones.
TRABAJAR
CON ESTRÉS:
No
existen recetas mágicas. Después de todo lo expuesto es evidente que el miedo
natural y sano que sentimos ante a conceptos como tiempo y espacio ante una
acción hostil, puede ser controlado y encauzado corréctamente a través de:
Entrenamiento: Clave
principal de toda supervivencia.
Experiencia: Toda
primera vez es siempre la más dura, de todos es sabido, luego se hace más
fácil. A mayor número de situaciones de riesgo vividas de más
respuestas precondicionadas correctas se dispondrán.
Confianza:
El exceso de confianza mata, ya lo dice el refrán popular la
confianza mata al gato. A menudo, los demasiado confiados son también los que
menos entrenamiento poseen, ya que no creían necesitarlo. Los ejercicios
prácticos de doble acción o fuerza contra fuerza infunden mucha confianza y
capacidad de respuesta.
Control
situacional: A mayor control del entorno menos temor se siente. Este punto es
sumamente importante ya que está demostrado que en un enfrentamiento la pérdida
de la capacidad de percepción, pérdida del entorno, puede llegar a
distorsionar.
Control
del miedo: Admitiendo que se tiene medio, evitar insistir en el pensamiento
de fracaso, controlando cuerpo y mente, concentrándose en terminar el trabajo,
reforzando la capacidad de enfrentamiento a lo esperado y a lo inesperado,
convirtiendo miedo e ira en motivaciones, y aceptando un elemento de suerte en
cada posible situación.
El miedo
es la respuesta de defensa del organismo, hay que saber sacarle el máximo
provecho posible.
Podría
parecernos imposible, pero nunca lo es, la mente puede con cualquier cosa.
Con lo cual se obtiene una conclusión:
.- El que
cree que puede hacerlo lo hará si tiene la preparación adecuada.
.- El que
crea que no puede hacerlo no lo hará. es gratis.
.- Eso
si, nada se consigue sin esfuerzo, trabajo y tesón y como escribió A.
Heinlein: Nada que valga la pena.
SÍNTOMAS
Y ALTERACIONES MÁS COMUNES DURANTE UNA SITUACIÓN DE ESTRÉS:
Sensación
de cámara lenta: Al acelerar el proceso mental, se tiene la sensación de ir todo
más lento.
Sensación
de túnel: Vemos solamente lo que hay frete a nosotros y nos causa más
peligro o entraña mayor riesgo o responsabilidad. A mayor riesgo el túnel es
más estrecho.
Atención
a un solo objeto o persona: Nos centramos en un solo aspecto
de la intervención, no vemos lo que ocurre al alrededor. No oímos nada, no
vemos nada, nos aislamos del mundo
Las
habilidades complejas finas y complejas se deterioran: Nos
volvemos más torpe, situaciones normales como coger las llaves de los
grilletes, desmontar el armar, cambiar el cargador, etc., son casi imposibles
de ejecutar.
La vista
se deforma: Las pupilas se dilatan, no es físicamente posible enfocar a menos
de 1,50 mts. de distancia. Esto hace imposible enfocar y alinear las miras del
arma.
Se pierde
la habilidad mano-visión: No coordinamos nuestro movimientos de manos,
con lo que vemos o queremos hacer.
Pérdida
de sensación auditiva, percepción del color y de profundidad: Eliminas
ruidos o sonidos, que no son relevantes a lo que está pasando. Al concentrar la
vista en un punto determinado y exclusivo nos hace ver plano, como un espejo.
Al dilatarse la pupila se pierde la percepción del color, todo se ve en blanco
y negro o en colores diferentes.
El Agente
debe en todo momento, mantener la tranquilidad y el control, osea
dominar la situación. Conocer en todo momento sus posibilidades y medios
de los que dispone tanto materiales como personales. Que tu compañero te de la
confianza y seguridad necesario para actuar como un equipo para complementarse,
no para obstaculizarse y sabiendo que disponen de apoyo por si la
situación se complica. Conoce en todo momento tu cinturón como la palma de la
mano, de manera istintiva actuaras con la práctica, para saber quitar el arco
de seguridad de la funda, la pistola; si está municionada o nó, si tiene el
seguro, si tienes problemas de alimentación o la cantidad de munición d ela que
dispones; los grilletes extraerlos y dominarlos con ambas manos; navaja;
linterna; bridas, etc.
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